domingo, 8 de febrero de 2015

Escapada de fin de semana

La Cerdanya 

Un fin de semana puede dar para mucho y si te gusta la alta montaña este es el lugar perfecto, ya sea para descargar adrenalina o relajarte, pues la Cerdanya nos ofrece actividades para todos los gustos y personas. Si no te decides, puedes seguir nuestro ejemplo y hacer un poco de todo para aprovechar el fin de semana al máximo.

Empezar con energía

Llegamos sobre las 12 a Alp, un pequeño y acogedor pueblecito cerca de la estación de esquí La Molina, fuera de la temporada de nieve reposa tranquilo, y se convierte en el lugar perfecto para tomar un respiro del estresante ritmo urbano. Poco después de llegar, un buen almuerzo y nos dirigimos a una hípica cercana. La idea era un tranquilo paseo por la montaña, aunque la cosa se nos fue un poco de las manos, convirtiéndose en una ruta de 3h al galope entre río y montaña. Las agujetas nos harían tocar suelo de nuevo, forzándonos a despedirnos de esa increíble sensación de libertad a lomos de estos magníficos animales.



Después de comer, un breve descanso para cargar las pilas y una excursión más 'light' deleitándonos la vista con el paisaje de los alrededores. Aquí las palabras sobran, sólo hace falta ver las imágenes para embriagarnos y dejarnos llevar por la quietud de la montaña. Por muchas veces que vayamos o por muchas cimas que alcancemos, la sensación siempre es única y especial, el imperturbable silencio, la placidez, el aire fresco, todo desparece por un momento y es inevitable sentirse en paz.

Así finaliza la primera jornada. En el refugio donde pasamos la noche, disfrutamos de una cena muy familiar con los dueños y otra pareja amigos de ellos, muy simpáticos y amables. Por esto nos encanta ir a los sitios en temporada baja, todo es mas tranquilo y te sientes mas como en casa, sin el agobio de tanto turista armando escándalo ( Parecemos unos viejunos antisociales).



Relajados para la vuelta

El segundo día, igual de completo, pero mas relajado para irnos con buen sabor de boca y la mente despejada. Es obligada una visita a Puigcerdà, la capital, entrañable pueblo que emerge en medio del valle. Quizá no sea una lugar que nos pueda ofrecer mucho, pero goza de un encanto especial, fue agradable dedicar una mañana a pasear por el bonito lago y sus íntimas calles con excelentes vistas a las montañas que lo resguardan.  




Y lo mejor el postre! La cercanía de la frontera con Francia nos hizo aventurarnos a cruzarla, pues cerca de allí se encuentra un balneario con termas al aire libre en pleno pirineo francés, todo un espectáculo, piscinas a 40ºC en contraste con el aire gélido. De camino, bordeando un poco, se pasa a través de varios pueblecitos franceses muy pintorescos y auténticos, sólo una curiosidad más para añadir a la guía, pero las vistas lo merecen.

Y con cuerpo y alma relajados... tristemente toca volver a casa....


Datos prácticos:

  • Alojamiento: Refugi Pere Carné (http://www.refugiperecarne.com/) Precio: 70€ Media pensión  
  • Baños termales: Bains de Llo (http://www.bains-de-llo.com) Precio: 11.50€ Tiempo ilimitado




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